El cambio es algo que nos acompaña en el día a día de nuestras vidas, la vida es un continuo reto y un continuo cambio, que como tal genera estrés para defendernos de cualquier peligro, es la resistencia a salir de nuestra zona de confort, sin embargo, los cambios cada vez se aceleran más rápidos y radicales, lo que hoy sirve mañana deja de ser útil. En todo este proceso de cambio los líderes tienen un papel fundamental, las personas llevamos impresas el «chip de liderazgo» es decir, nos gusta dirigir o ser dirigidos, en todo caso necesitamos una visión y aunque este término de liderazgo ha variado muchísimo de una época a otra lo que se mantiene es la necesaria habilidad para comunicar, emocionar y hacer propio el mensaje del líder. A todo esto se suman nuevas habilidades necesarias para convertirse en «líder de cambio» el exceso de información, la digitalización, la multiculturalidad y la globalización hace más necesario que nunca esas luces en el camino.
Los líderes del cambio se caracterizan por su optimismo, resiliencia y creatividad para adaptarse a las nuevas circunstancias, convierten en un reto las dificultades y saben motivar a sus equipos para formar parte de esos nuevos retos, son conscientes de que siempre van a existir problemas, precisamente les pagan para resolverlos y conseguir resultados, aprenden a vivir en la incertidumbre y a ver las dificultades sólo como «momentos difíciles» pero salvables, ya lo han hecho y saben que pueden volverlo hacer, si se equivocan se levantan y aprenden para dar pasos más firmes pero no se quedan pensando en lo que fué o lo que podría haber sido. Los líderes de cambio conectan con su equipo, para ello como en cualquier relación, saben buscar el terreno “en común”.
El principal error que cometen los líderes ante situaciones de cambio es creer que lo saben todo y que su postura es la que ha de imponerse.
Los líderes del cambio, son conscientes de que el aprendizaje es continuo y aprenden de todo y de todos con humildad para compartir lo mejor de su experiencia con el equipo y así empoderar a todos los miembros del equipo, convirtiendo a la organización en un ente potente, resistente y flexible capaz de encontrar nuevas respuestas a nuevas situaciones. La creatividad y la palabra son sus principales armas con las que alimentar la motivación de sus equipos.
Si quieres ser un líder de cambio, enfócate en lo que te une con el equipo, inicia con los valores y construye con una buena comunicación, una dirección clara y unos objetivos y metas concretas, alcanzables y compartidas, que tus palabras motiven para convertir cada objetivo en un reto para los miembros de tu equipo.
Podríamos resumir tus herramientas de líder de cambio en 7 pasos imprescindibles:
- Comparte la visión
- Busca los valores que te unen
- Fomenta la buena relación con los miembros de tu equipo
- Mánten una actitud positiva
- Crea una comunicación clara y motivadora
- Utiliza la creatividad para unir y abrir la mente de tu equipo
- Transforma, reconoce y agradece
No es suficiente con ser un buen líder, si quieres mantener tu liderazgo, tú eres la principal herramienta de cambio con la que cuenta tu organización y tu equipo, que tus palabras sean el motor y la creatividad la que haga compartir la nueva visión. Disfruta tu camino, comparte tu cambio.