Deporte, el despertador de la felicidad
«El deporte tiene el poder de cambiar el mundo»
Nelson Mandela
Aunque esta afirmación sea aún difícil de demostrar, lo que sí se ha demostrado es que la actividad física puede cambiar la estructura y el funcionamiento del cerebro, incluso en personas de edad avanzada.
Cuando haces deporte te sientes bien y no sabes porqué pero realmente se debe a todo el desencadenante hormonal que supone la actividad física, un auténtico coctel de sustancias químicas segregadas por tu propio cuerpo sólo y exclusivamente para tu bienestar.
Tú tienes el poder de cambiar y no lo estás utilizando, o no lo suficiente. Te comparto lo imprescindible que debes conocer sobre el ejercicio y cómo repercute en tu salud.
Cuando haces ejercicio se despiertan cerca de 50 hormonas encargadas de cambiar tu comportamiento y hacerte sentir bien, que varían según el tipo de ejercicio que realizas.
Ejercicio y hormonas
- Ejercicios aeróbicos, con esfuerzo alto y continuo.
Generan serotonina, también llamada hormona de la felicidad, aquí entrarían porque te puede quitar el sueño.
- Ejercicios anaeróbicos.
Con los ejercicios anaeróbicos, como las pesas, boxeo, o deportes extremos se genera la adrenalina, la hormona de la fuerza. Este tipo de ejercicio genera fuerza, euforia, actividad, te pone realmente en marcha. Es interesante que la adrenalina incluso te inhibe del dolor.
- Ejercicios más relajados.
El ejercicio como el yoga, pilates, y otros basados principalmente en estiramiento, producen endorfinas, las hormonas del placer, producen placer y satisfacción, ayudan a controlar el dolor y producen bienestar y relajación.
La clave está en realizar el ejercicio que elijas de una manera continua, no importa que sólo dediques 20 minutos al día, lo importante es que intentes hacerlo todos los días para convertirlo en un hábito de tu bienestar y salud.
Deporte y fluidez verbal
Un grupo de científicos suecos realizó una investigación con 331 hombres y mujeres de 75 años acerca de la cantidad de ejercicio que realizaba semanalmente.
Los resultados mostraron que el nivel de actividad física se relacionaba positivamente con un mejor estado cognitivo general y con una mayor fluidez verbal, al mismo tiempo que volvía a los sujetos más activos más rápidos en la resolución de una tarea de atención alterna y memoria. También se observó un mayor volumen de la sustancia gris en el lóbulo parietal, y de forma particularmente importante en una zona conocida como el precuneus, la cual se afecta significativamente en la enfermedad de Alzhéimer.
Concluyen los autores que el ejercicio físico podría considerarse como uno de los componentes del estilo de vida más relevantes relacionados con la salud cerebral en personas mayores.
Desde otro punto de vista, podría suceder también que el hecho de tener un cerebro en mejores condiciones sea lo que nos permita estar más activos físicamente cuando somos más mayores.
El ejercicio físico, los hábitos alimenticios y la actividad mental y social se presentan como fundamentales para vida más feliz y longeva. La actividad física modifica el cerebro y sólo, depende de ti.
