Cómo la tecnología puede modificar nuestra forma de percibir el mundo
Nuestro proceso de evolución como especie llegó gracias al lenguaje
De esta manera modificamos nuestra realidad del mundo y lo construimos a semejanza de nuestros sueños y pensamientos. Llevamos unos 2 millones de años en la tierra, sin embargo los sapiens solo hablamos hace unos 200.000 años. Nos comunicábamos por el lenguaje no verbal, pre verbal durante 2,300.000 años. Una de las teorías dice que apareció el lenguaje por una mutación genética.
Hay una huella de esta teoría en nuestro cerebro, si se estimula el lóbulo derecho que es el lóbulo del lenguaje queda una arteria que dejó una huella en el lóbulo temporal izquierdo que apareció hace 200 mil años se llama la “silviana”, los paleolingüistas defienden que alguien inventó el artífice de la palabra, el lóbulo de la palabra se atrofió y empezamos a inventar el mundo de la palabra que es la condición humana y con ello, nuestras creencias, miedos y mundos.
Curiosamente, los dos primeros libros impresos fueron la Biblia y El Martirio de las Brujas
Se dijo: «cuidado con esto va a difundir mucha información no vamos a saber de está la verdad”.
Cuando la información estaba en manos de pocos las barreras sociales se agravan, de ese arcaico modo de jugar con la restricción de la información hemos pasado a la tecnología como una especie de imprenta, en tiempo real podemos compartir y crear redes sociales transformando más aún nuestra realidad y quienes manejan la información controlan nuestra forma de percibir el mundo. Sino tenemos el placer del descubrimiento de otros pensamientos, métodos, vamos a dejar que se desarrolle el lenguaje totalitario.
Este elemento de la condición humana está alterado por la palabra, el lenguaje sigue siendo el medio por el que avanzamos o nos deshumanizamos, es nuestra decisión.
En la tecnología, en un mes una epidemia de creencias se desarrolla y nos cambia la percepción del mundo.
Nosotros somos la representación de la realidad que podemos reconstruir para reinterpretar en la representación de nosotros mismos. Por eso, el arte de la palabra y de cómo nos comunicamos y segmentamos la información es fundamental para que nuestra percepción del mundo sea la que realmente queremos vivir, y no la que decidan otros.
“Soy una persona que vive en un mundo de verbalidad y afectividad que cambia mi estado anímico y físico. La forma de ser conmigo modifica mi propia esencia”
