Cómo enfocar a tu equipo con el Principio de Pareto
Hay un principio que casi siempre funciona y que te quiero compartir, se trata del Principio de Pareto. Decirte que todo el equipo va a funcionar como una máquina perfecta sería mentirte, cada persona a parte de sus conocimientos lleva consigo sus propias limitaciones, fortalezas, aprendizajes, miedos, recursos, habilidades, en fin, todo un kit completo que los hace únicos e irrepetibles.
Como líder uno de tus papeles principales es identificar que talento tiene tu equipo para sacar el mayor provecho de cada uno de ellos. Eres un seleccionador, y de esa selección depende el éxito de tu jugada, dedicar tiempo a esta tarea, aunque te pueda resultar en algún momento tediosa, es más que necesaria pues podrás conocer realmente el potencial con el que cuentas y las posibilidades de éxito de tus objetivos.
Por eso, cuando dirijas a un equipo intenta hacer que la gente se centre en lo que debería y en lo que le gusta hacer. Es la mejor manera de mantener un equipo proactivo y motivado, y como ya te he comentado en otros artículos, la motivación es la gasolina de tu organización. No importa los recursos que tengas sin esa parte fundamental para ponerte en marcha dificilmente avanzarás.
Como regla general, y en la medida de lo posible, te recomiendo que hagas una selección adecuada de tu personal, la entrenes y la posiciones para que:
- El 80 por ciento del tiempo trabaje en la zona de sus fortalezas; aumentarás su motivación y evitarás el estrés negativo.
- El 15 por ciento lo haga en su zona de aprendizaje; estimularás su creatividad y su sentido de recompensa, pues el aprendizaje se mide en gran parte de los trabajadores como una factor motivador de recompensa.
- El 5 por ciento fuera de su zona de fortalezas; provocarás ese estrés necesario para seguir en marcha y no quedarse en su zona de confort.
- Y el 0 por ciento del tiempo en zona de debilidades. No merece la pena cambiar piezas de ajedrez si están jugando una buena partida.
Para conseguirlo debes de conocer muy bien a tu gente y ser honesto con ellos.
Si has trabajado adecuadamente tu comunicación, ya has dado un paso importante, deberías manejar los 3 saberes de la comunicación (escuchar, preguntar, hablar) y será fácil que lo consigas.
Enfócate en lo importante y enfoca a tu equipo en el lugar adecuado y con las herramientas adecuadas, es la clave del éxito de los líderes y equipos de alto rendimiento.
