Por qué pensamos como pensamos

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El ser humano es social por naturaleza

Y tiene una necesidad intrínseca de ser aceptado y reconocido por los demás (la familia, los amigos, en el trabajo, en la sociedad en la que se mueve..), necesita formar parte del grupo y además ser reconocido en mayor o menor medida.

Este factor social intrínseco del ser humano unido al desarrollo sensorial para captar los estímulos externos (aquello que a través de nuestros sentidos más nos impacta) y su entorno referencial y vivencial (familia, amigos, profesores, condiciones sociales y culturales) son los principales ingredientes para hablarnos a nosotros mismos como nos hablamos y pensar como pensamos.

Creando una gran red de conexiones y estímulos que vamos creando en nuestra mente y etiquetando como ciertas e inamovibles. Y poniéndonos barreras “esto es imposible”, “no lo voy a lograr”, “no sirvo”. Auto sabotajes que nos drenan mental y físicamente.

La comunicación aquí tiene un papel fundamental. En concreto la comunicación intrínseca, es decir, con nosotros mismos. Pues desde mucho antes de entrar en contacto con los demás nuestro diálogo interno, nuestro propio lenguaje mental nos está condicionando, como sentirnos y como interpretar la realidad.  Pues el pensamiento no es más que la interpretación de lo que consideramos nuestra realidad.

Sin embargo, esta autoconciencia de cómo interpretamos la realidad y de que sucede en nuestra mente es una de las habilidades que menos desarrollamos, la razón es que normalmente se vive más enfocado a los estímulos exteriores que a los interiores y tampoco se suele estimular en la infancia.

Este diálogo interno, influenciado por los constantes estímulos externos (vivencias, personas referentes, etc.) se refleja en nuestra manera de expresarnos verbal y corporalmente y por tanto de relacionarnos con los demás.

Copiamos y repetimos patrones de otros, buenos y malos. Condicionando como nos sentimos y como pensamos y todo eso se refleja en nuestra salud.

Estamos tan habituados a hacerlo y tan poco acostumbrados a pensar sobre cómo y por qué hacemos lo que hacemos que nos resignamos a ello. Por eso el primer receptor de nuestra propia comunicación somos nosotros mismos y la primera comunicación que debemos mejorar está en nuestra mente, con todo lo que ello conlleva…ponernos un espejo de nuestro pensamiento como si fuera el de otro.

Es una manera dura pero fácil de evitar frustraciones personales, malos entendido y conflictos.

Ser entendidos y entender lo que nos están diciendo es imprescindible para nuestra salud mental, física y emocional.

Conocer cómo funciona nuestra mente, nuestros pensamientos como influyen en nuestras emociones y estas en nuestro cuerpo nos da opciones y nos hace libres para conectarnos con nuestra verdadera esencia y nuestra misión de vida, como base para alcanzar lo que nos propongamos a nivel profesional y personal.