Hace un par de días, durante un coach de equipos, me encontré con un grupo bastante estresado. Especialmente uno de los ejecutivos tenía bastantes dificultades para concentrarse y tenía un claro cuadro de ansiedad. En ese momento le recomendé que comenzara a practicar Mindfulness y su respuesta fue “he oído hablar alguna veces de Mindfulness, pero concretamente no sé lo que es” , fue cuando me di cuenta que, pese a que llevo años practicándolo a nivel personal debía compartir sus beneficios.
Todavía existe mucho desconocimiento sobre una práctica que mejora la vida en todos los aspectos. Básicamente, el Mindfulness es una técnica que viene del budismo Zen. Ellos lo llevan practicando desde hace más de 2.000 años.
Hace aproximadamente unos 30 años la psicología científica comenzó a investigarlo y lo ha incorporado como parte de la psicoterapia. Se basa en el descubrimiento de que nuestros esfuerzos por evitar el dolor y aferrarnos al placer no hacen más que multiplicar nuestro sufrimiento.
Mindfulness
Es un anglicismo, porque no hay una traducción exacta de este término: atención plena, aquí y ahora. Consiste en centrarse en el momento presente de una manera activa, siendo conscientes de todo lo que sucede dentro y fuera de nosotros, sintiendo y observando que sucede, pero sin juzgar ni intervenir. Es decir, que lo que nos suceda, bueno o malo, sea de un modo completo hasta el final, aceptar la vida tal y como es.
Muchas veces, a mis clientes, les hago la comparativa a la inversa, porque creo que es más fácil comprender qué no es, para comenzar a saber qué es.
Por ejemplo, cuando todos los días realizas el mismo trayecto en auto y un buen días te descubres que no recuerdas haber realizado parte del mismo, como si tu mente hubiera puesto el piloto automático para hacer una tarea repetitiva eso es todo lo contrario al Mindfulness porque en esta situación tu mente está en otra parte, descontrolada.
Si vives con Mindfulness, significa que estás totalmente implicado en el presente, en todo lo que haces en cada momento. Es inevitable que tu mente se llene de ideas, pensamientos y recuerdos, pero optas por dejarlos ir y centrar tu atención en el presente; te metes de lleno en la experiencia de lo que estás haciendo, la vives plenamente, cada día ya no es igual.
¿Para qué sirve realmente?
Bien, ya que nos hemos aclarado un poco con los conceptos vamos a ver para qué sirve realmente. Un estudio publicado por la revista Journal of Internal Medecine demuestra que, practicar 30 minutos de Mindfulness al día puede aliviar los síntomas de depresión y ansiedad.
- Mejora la memoria en el trabajo, la creatividad, la concentración y la capacidad de reacción.
- Aumenta la conciencia de uno mismo y la inteligencia emocional que induce a un estado de ánimo tranquilo y relajado.
- Mejora la función cerebral y calma la parte del cerebro encargada de producir las hormonas del estrés. De hecho, es tan efectivo como los antidepresivos y reduce el riesgo de recaídas.
- Mejora el ánimo y la calidad de vida.
- No olvidemos que es un modo de estar en el mundo.
No hace que tus problemas desaparezcan, sino que se trata de un modo de vivir y estar en el mundo que hace que esas emociones negativas dominen tu vida, ya que damos excesiva importancia a los contenidos mentales, nos creemos todo lo que nos dice nuestra mente, nos cuesta aceptar el dolor como parte de la vida y vivimos en el pasado, o en el futuro, en vez de fluir en el momento presente.
Estamos tan inmersos en lo mal que hicimos aquello o en lo que queremos hacer en vacaciones, que somos incapaces de disfrutar lo que está aquí, lo que está ahora, viviéndolo como una experiencia nueva y enriquecedora.
Ten en cuenta lo siguiente:
- El Mindfulness es una práctica, aunque separada de la filosofía budista, que tiene que ir acompañada de buenas intenciones, amabilidad y generosidad (mindfulness no es estar centrado en el momento de lazar una bomba).
- Se trata de una técnica que hay que trabajar de menos a más, de manera progresiva,
- hasta lograr practicarlo en todo momento, es decir, llevar la meditación a todas nuestras actividades sin necesidad de desconectar de aquello que nos rodea.
- Puede usarse de forma pasiva, para descansar la mente; pero también puede utilizarse de forma activa, para conocernos mejor y aprender cómo funciona nuestra mente. Esto último es lo que más me apasiona.
He querido centrarme en la importancia del Mindfulness para nuestras vidas y explicaros porqué no es un método de meditación más, puedes hacerla presente en cada momento de tu día a día.
Los cambios que se producen en las personas que los practican y llegan al nivel más alto de concentración son asombrosos.