Malditas creencias

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Las creencias son un juicio que cuenta con nuestro sentimiento y conformidad, es algo que no ponemos en duda a lo que normalmente obedecemos de manera imperativa consciente o inconscientemente y no le damos más importancia. Y algo inofensivo que hacemos nuestro y que pensamos que es parte de nosotros un día se nos vuelve en contra como un auténtico boomerang.

Por ejemplo, una creencia puede ser todos los hombres son iguales o las mujeres no pueden ocupar puestos directivos.  

Son juicios basados en temas sociales y culturales y que simplemente asentimos porque nos hemos relacionado con ese concepto desde siempre. Esas creencias te afectan a nivel personal y profesional, y ambos van de la mano para auto sabotearte.

Muchas de las barreras que te pones a ti mismo/a vienen precisamente por tus propias creencias

Te comento el Caso de Marian, una directiva con buen ojo para los negocios y facilidad para ganar dinero, además estaba convencida de su habilidad, pero también sin saber cómo, había asumido que le era fácil quedarse sin él. No importaba lo que ganara a final de mes siempre estaba a cero, hasta que se dio cuenta de que estaba repitiendo un patrón que no era suyo, y empezó a recordar a su padre diciendo cosas como que la gente que tiene mucho dinero es porque hace trampas o abusa de otros, y otras frases despectivas respecto a cómo ganar dinero, no se lo decía a ella, que en ese momento era una niña, pero lo escuchaba, de tal manera caló esa creencia en ella que se dio cuenta de que incluso usaba las mismas palabras que su padre, recreaba una y otra vez esa creencia, no era suya pero estaba siendo fiel a la creencia de su familia.

Tal vez estás repitiendo sin darte cuenta una línea de creencias heredadas que solo cuando tomas conciencia aparece y en ese momento debes decidir si quieres seguir con ella o soltarla. Esta situación de Marian es fácil que te suceda en cualquier área de tu vida y no te des cuenta. Es lo que llamamos la “lealtad al clan” que no es más que la repetición de un patrón que no sabes cómo ni porqué te hace mantenerte en un estado que en el fondo te hace sentir incómodo/a.

Un ejercicio interesante para superar creencias es, preguntarte acerca de cual es la relación que mantienes con tu familia, tus amigos, el dinero, el trabajo, la pareja, tus hijos, la vida y lo que te ocurre en general, te darás cuenta de qué creencias son tuyas y cuales no, es momento de reciclar creencias y seguir avanzando, o las malditas creencias de otros te harán quedarte o estar donde realmente no quieres estar.

Para poder avanzar es muy importante soltar las creencias que ya no te sirven. La clave está en saber cuándo es una creencia o confiar en esa intuición innata que todos tenemos y pocos escuchan.

Cuando no lo tengas claro escucha tu corazón

Investigaciones recientes han demostrado que el corazón tiene un poder decisor, mientras que el cerebro primero proceso, pasa por filtros, creencias, valores, vivencias, etc y después decide. Esta teoría afirma que los dos órganos decisores son el cerebro y el corazón, así que si no has limpiado tu mente de creencias, déjate llevar por tu intuición, tu primera corazonada, de hecho, muchos directivos y personas de negocios para tomar decisiones importantes en última instancia se dejan llevar por su intuición, por la sensación del estómago o del corazón.

Recuerda que el corazón envía la cerebro diálogos, el cerebro al corazón no. Fíjate que el campo electromagnético del corazón es 5000 veces mayor que el cerebro. La energía que sale del corazón, según estas investigaciones, llega a 4 metros, por eso las emociones positivas que irradian desde el corazón son más contagiosas.

El corazón tiene el poder de tomar decisiones propias. Las decisiones son más rápidas, desde aquí se genera la hormona del amor, la oxitocina. Siempre, en todo caso, es importante llegar a un equilibrio entre cerebro y corazón para equilibrar y filtrar lo que de verdad quieres y no es dañino para ti.

Cuando logramos esa coherencia entre el lenguaje de corazón y cabeza se te equilibras y las sustancias químicas se producen correctamente en tu cuerpo para vivir sanamente y en equilibrio.

No podemos dejar de tener creencias, pero sí ser consciente de sus limitaciones y mantener nuestra mente abierta a nuevas perspectivas.

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